Un medio nacional recogió el testimonio de uno de ellos, quien trabajaría en la zona de Marsella, Belalcázar y Chinchiná, entre Risaralda y Caldas, donde se habría reportado hasta una docena de cuerpos bajando por el río Cauca en el último mes.
Según él, los policías les piden que empujen los cuerpos, que vienen descuartizados en muchos casos, y les piden evitar notificarlos “porque esa situación está generando pánico en la región”.
La fuente, cuya identidad preservó la emisora, también aseguró que detrás estaría el interés por mostrar resultados:
“A algunos pescadores les están prohibiendo recoger los cadáveres del río porque eso está dañando la estadística. La Policía es la que está haciendo eso”, afirmó.
Líderes sociales de la región dijeron a Caracol que detrás de ello también habría un interés por ocultar la violencia en la región del eje cafetero.
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