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El pasado 9 de noviembre, el Coronel Benjamín Núñez se entregó tras estar prófugo de la justicia al ser sindicado de los delitos de homicidio agravado, falsedad en documento público, privación ilegal de la libertad y manipulación y alteración o destrucción de elemento material probatorio.


A finales de noviembre, un juez de control de garantías determinó que el presunto homicida debía permanecer en la cárcel La Picota, en Bogotá, mientras avanzaban las pesquisas por su posible participación en los crímenes de Jesús David Díaz, Carlos Alberto Ibañez y Carlos Arévalo, jóvenes que habrían sido asesinados por orden de Núñez para ser presentados como integrantes del Clan del Golfo muertos en respuesta al ‘plan pistola’, liderado por esa estructura a mitad de año.


Sin embargo, fue trasladado a la cárcel de Máxima Seguridad de Picaleña, en Ibagué, donde actualmente está privado de su libertad, aunque al parecer con grandes privilegios que salieron a la luz recientemente. 


Desde un primer momento, el Coronel se mostró imponente ante la situación, dejando claro que relataría lo sucedido cuando él quisiera. “Voy a contar la verdad, pero déjeme descansar”, fueron sus palabras cuando le hicieron la imputación de cargos, mismos que no aceptó.


Según información revelada por Semana, varios compañeros de cárcel aseguran que el hombre y presunto homicida se comportaría como un “casique” y que hasta los guardias de seguridad estarían cumpliendo sus órdenes.


Incluso, el medio citado reveló una indignante fotografía en la que se observan los privilegios que estaría teniendo el oficial en el centro penitenciario al que fue enviado por requerir medidas es especiales de reclusión.


Al parecer, el Coronel está recluido  en una celda privada con televisor, colchón especial, alimentación gourmet, visitas vip y hasta un celular, hecho que ha causado mucho revuelo, pues el hombre estaría usando sus influencias para manipular la justicia a su favor.



“Hace lo que desea en el patio, incluso recibe otra clase de alimentación, ya que el propio director del penal fue en compañía del señor Núñez para que le den comida especial. Los demás internos reciben una alimentación pésima. El cuerpo de vigilancia prácticamente hace lo que diga el señor Núñez, pues cuenta con el respaldo del director”, se narra en una denuncia conocida por Semana


La misma denuncia añade que: “Hace unos días, el señor Núñez salió del pabellón y en palabras soeces manifiesta que va para la panadería, ya que recibe un pan especial solo por la gran amistad que tiene con el director del penal. El mismo señor Núñez manifiesta a los custodios que mueve las influencias por Bogotá, es por esto que los dragoneantes hacen lo que este señor diga”.


Al respecto, el abogado representante de las víctimas, Didier Pizza, manifestó que ya hicieron la solicitud al inspector del INPEC para que se hagan las investigaciones correspondientes pero no se ha obtenido una respuesta favorable.

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