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Hoy se conmemora un triste onomástico para la historia de Córdoba: la masacre de Volador. Hace 35 años, en este día, más de 20 personas fueron brutalmente asesinadas por el grupo paramilitar autodenominado ‘Los Tangueros’, liderado por Fidel Castaño Gil. Esta zona rural del municipio de Tierralta, sur de Córdoba, se vio sacudida por la violencia y el terror que sembró este escuadrón de la muerte.


La ‘matanza de Volador’ es recordada como uno de los eventos más crueles de la violencia que asoló a Colombia en los años 80. Durante ese mismo año, se cometieron otras masacres como la de El Tomate en Canalete, donde murieron 16 campesinos y se quemaron 22 casas.


En el caso de Volador, los criminales sacaron a las víctimas de sus hogares en plena noche, para asesinarlos uno por uno. Muchos de los cuerpos fueron arrojados al río Sinú, y otros desaparecieron sin dejar rastro. Las heridas causadas por esta masacre no han sido sanadas, y las víctimas directas e indirectas aún cargan con ese dolor.


Además, el pueblo de Volador y sus alrededores también sufrieron la presencia de los paramilitares en el proceso de sometimiento a la justicia durante el Gobierno de Uribe, sin recibir una reparación colectiva. Lo mismo sucedió con Santa Fe Ralito, que había sido concebido como un ‘laboratorio de paz’ pero cuyas esperanzas de desarrollo se esfumaron con la terminación del proceso.


Es importante recordar este triste suceso para no olvidar las atrocidades cometidas en el pasado, y trabajar juntos para construir un futuro más justo y pacífico para todos.

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