Decenas de entusiastas motociclistas salieron a las calles de Montería en una caravana festiva que se ha convertido en una tradición anual para celebrar Halloween. Sin embargo, en esta ocasión, la caravana, en lugar de ser un evento controlado, se volvió problemática debido a la falta de respeto por las normas de tránsito y la ausencia de control policial.
El epicentro de la congestión se produjo en el puente Gustavo Rojas Pinilla, ampliamente conocido como el puente metálico, que experimentó un embotellamiento debido al gran número de motociclistas que participaron en la caravana. Esta situación resultó en dificultades para quienes intentaban cruzar el puente en horas de la noche para llegar a sus hogares.
Las infracciones de tráfico y la falta de orden empañaron la diversión de la caravana, lo que no solo afectó la circulación vehicular, sino también planteó riesgos a la seguridad en las carreteras.
Aunque la caravana es una forma de celebrar Halloween y disfrutar de la festividad, es crucial que los participantes la realicen de manera segura y responsable, respetando las normas de tráfico y garantizando que no se ponga en peligro la seguridad vial en la ciudad. La cooperación de las autoridades y el comportamiento responsable de los motociclistas son esenciales para prevenir incidentes y mantener el orden en las vías.
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