El exjugador de Tigres e Independiente Santa Fe, Camilo Andrés Charria, fue capturado junto con seis personas, acusados de pertenecer a una banda delictiva especializada en el robo de viviendas en los Estados Unidos.
Durante un operativo en el condado Miami Dade, Florida, la Policía detuvo en flagrancia a Charria y sus cómplices mientras intentaban ingresar a una residencia con el propósito de saquear objetos de valor en su interior. La banda, compuesta por seis hombres y una mujer, fue identificada como: Kevin Yesid Zuluaga, Vanessa Echavarría, Ángel Alejandro Rojas Morales, Andrey Vega-Perea, Jarol Duván Zuluaga León y Kevin Santiago Cruz Barrera.
Las autoridades revelaron que Zuluaga vigilaba desde una patineta, alertando sobre cualquier novedad, mientras que Echavarría y Rojas Morales cumplían una función similar desde una estación de gasolina. Vega-Perea actuaba como conductor del vehículo que transportaba los artículos robados, mientras Zuluaga León, Cruz Barrera y el exjugador Charria eran los responsables de cometer los robos en las viviendas.
Según el jefe de la Policía de Doral, Edwin López, los delincuentes eran profesionales que recorrían la costa este de los Estados Unidos desde Nueva York hasta el sur de Florida, estudiando a sus víctimas durante semanas y eligiendo el momento preciso para cometer los robos.
Además, se informó que la banda contaba con un interruptor de radio para desviar las comunicaciones policiales y llevar a cabo los robos sin complicaciones.
Los presuntos delincuentes enfrentarán cargos por hurto residencial, hurto mayor y resistencia al arresto. Este arresto destaca la complejidad y organización de bandas delictivas, incluso con elementos como la manipulación de comunicaciones para evadir a las autoridades.
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