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| El individuo, que mantuvo paralizado el tráfico, reaccionó de forma agresiva y quiso escaparse. |
Debido a que el carro se mantuvo detenido por un tiempo prolongado en el semáforo, los otros conductores pensaron que la persona que viajaba en su interior había sufrido un quebranto de salud.
Las personas, temiendo lo peor, intentaron despertar al ocupante, pero ante la falta de respuesta, se alertó a la Policía, quienes, al llegar, se encontraron con el desafío de lidiar con un conductor bajo los efectos del alcohol.
A pesar de los esfuerzos iniciales para despertarlo, fue necesario que los uniformados le echaran agua fría en la cara para que respondiera.
En ese momento la reacción del hombre fue agresiva, debido a que pretendía seguir conduciendo hacia su destino, sin importar su estado de alicoramiento.
A partir de ese momento se generó un tenso enfrentamiento entre el hombre ebrio y las autoridades.
Los uniformados le solicitaban que abandonara el vehículo para trasladarlo a una zona segura, mientras que el conductor insistía en no entregar las llaves.
Finalmente, la presión de la comunidad y la intervención policial lograron persuadir al infractor, quien, tras un intercambio de agresiones, accedió a echarse a un lado.
La historia culminó con la intervención de una patrulla de tránsito, que le impuso el correspondiente comparendo al conductor ebrio, como consecuencia de conducir bajo los efectos del alcohol en las vías de Santa Marta.
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