La familia del gimnasta se sacrificó económicamente para estar presente en los Juegos Olímpicos y celebrar el histórico logro. |
En un emotivo momento, Ángel Barajas lloró al reencontrarse con su madre, Angélica Vivas, tras recibir la medalla de plata. Este logro no solo representa un triunfo personal, sino también un testimonio del sacrificio familiar.
Para acompañar a Ángel en este evento crucial, su familia hizo grandes sacrificios. La madre de Ángel recibió ayuda de la alcaldía de Cúcuta, la Gobernación de Norte de Santander y Comfaoriente para costear el viaje a París. “Es un sacrificio el que hicimos y verlo ganador es una inmensa alegría. Yo todavía me acuerdo cuando era un niño y miraba esas series de televisión en las que se enamoró de la gimnasia”, comentó Angélica emocionada.
El tío de Ángel, Alfredo Dugarte, financió su propio viaje sin recibir patrocinio. “No podía dejar venir sola a mi hermana y a mi sobrino, así que hice el sacrificio de venir por mi cuenta y mire lo que pasó”, expresó Alfredo.
Youri, el hermano de Ángel, vendió su moto y dejó su trabajo para costear los pasajes y la estadía en París. “Era necesario. No sabía qué pasaría, pero tenía que estar aquí con mi hermano, mi tío y mi mamá. Vendí la moto y espero que no me despidan del trabajo que dejé”, dijo nervioso.
El esfuerzo y la dedicación de la familia Barajas resonaron entre los 50 millones de colombianos que, a la distancia, se unieron en el abrazo de victoria. La medalla de plata de Ángel en gimnasia es un logro compartido, demostrando el poder del apoyo familiar y la determinación
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