La confesión de los implicados habría sido obtenida bajo presión, haciéndose pasar por paramilitares. |
De acuerdo con la información, las autoridades, al conocer que Urueta iría a reunirse con el administrador de una de sus propiedades para discutir la pérdida de ganado, citaron a Petro. Creyendo que trataba con paramilitares, el hombre confesó el crimen, implicando también a Soto. Petro habría detallado que, junto con su cómplice, utilizaron barras de metal para asesinar brutalmente a Marzola y Beleño mientras Urueta se encontraba fuera comprando el almuerzo.
Tras el regreso del ganadero, sin sospechar lo ocurrido, fue igualmente asesinado. Los cuerpos de las víctimas fueron arrojados en una fosa previamente preparada en la zona rural de Carolina, Chimá, un área conocida por su terreno húmedo y blando, lo que complicó la búsqueda.
A pesar de la gravedad de las confesiones, aún no se han emitido órdenes de captura formales contra los sospechosos, lo que ha generado preocupación en la comunidad. Se espera que en los próximos días se conozcan los resultados forenses de Medicina Legal en Medellín, que podrían ser claves para esclarecer este macabro crimen, según revelaciones exclusivas de El Reportero Digital.
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