Un viaje en busca de oportunidades se convirtió en una pesadilla para las familias, quienes ahora luchan por obtener respuestas sobre el paradero de sus seres queridos. |
Duván Arley Panesso, su hermano, ha encabezado la búsqueda, describiendo la angustia y el vacío que la desaparición de su hermana ha dejado en su hogar. “Dayana es la alegría de la casa, una persona feliz y trabajadora. No hemos tenido más comunicación con ella desde esa última llamada en la que me dijo que las cosas estaban muy mal”, relata entre lágrimas.
El caso de Derlys no es aislado. Cinco mujeres más, provenientes de diferentes ciudades de Colombia como Bogotá, Cúcuta, Medellín y el Eje Cafetero, desaparecieron en circunstancias similares. Todas viajaron a México tras ser contactadas para supuestos trabajos, pero nunca regresaron. Las familias, como la de Derlys, enfrentan la falta de respuestas por parte de las autoridades colombianas y mexicanas.
Duván sospecha que su hermana y las otras mujeres han caído en manos de una red de trata de personas. Una de las hermanas de Derlys, Dina, logró comunicarse recientemente con una mujer identificada como Yesica Anahí Ramírez, alias "Lilith", quien sería una de las implicadas en las desapariciones. "Lilith" habría intimidado a las familias, instándolas a no denunciar, y advirtiéndoles que las vidas de las desaparecidas corrían peligro si no eliminaban cualquier evidencia de contacto.
Las incógnitas sobre lo que realmente ocurrió con las mujeres persisten, mientras sus familiares claman por ayuda, enfrentando el abandono de las autoridades. "Estamos solos en esto", lamenta Duván, quien sigue con la esperanza de reencontrarse con su hermana.
El dolor de estas familias es una muestra más del oscuro panorama que viven miles de personas en América Latina, víctimas de redes de trata que operan sin control.
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