Viuda de Esteban Urueta rompe el silencio tras liberación de presuntos asesinos: “La justicia terrenal ya nos falló”

Angie Sáez, viuda del ganadero asesinado en septiembre de 2024, expresó su profundo dolor y desilusión por la liberación de los acusados, debido a vencimiento de términos.

Nueve meses después del trágico asesinato del ganadero Esteban Urueta, ocurrido en septiembre de 2024, su viuda, Angie Sáez, ha alzado su voz en un conmovedor y contundente mensaje. Sus palabras, llenas de dolor y desconsuelo, también contienen una dura crítica al sistema judicial, que ha permitido la liberación de los presuntos responsables: Cristian Mauricio Petro Almanza y Juan Fernando Soto Garcés, por vencimiento de términos.

En su pronunciamiento, Sáez compartió el vacío que el crimen dejó en su vida y la de sus hijos. “Hoy: nueve meses desde que me destrozaron el corazón!! Nueve meses en que la vida me sacudió y me llevó a confrontar una realidad que jamás imaginé… una tragedia que apagó parte de mi vida y la de mis hijos…”, escribió, reflejando cómo su mundo cambió de forma abrupta.

A pesar de la tragedia, la viuda destacó la importancia de la fe como motor para continuar. “A veces la vida no avisa. Cambia de un momento a otro. Lo que ayer parecía seguro, hoy ya no es. Pero también he descubierto que toca empezar de nuevo así sea con dolor, mientras tenga fe, siempre habrá un camino. Y si estos nueve meses me han enseñado algo, es que no necesito entenderlo todo para seguir…”, agregó.

Sin embargo, su mensaje también incluyó una fuerte acusación contra la justicia. “Hoy todo lo dejo en manos de Dios, confío y dejo mis cargas en él… hoy espero en la justicia divina y con dolor me atrevo a decir que la justicia terrenal y el sistema jurídico ya nos falló!”, sentenció, expresando la impotencia que siente frente a la liberación de los presuntos implicados.

La captura y posterior excarcelación de los señalados ha reabierto el dolor de la familia Urueta Sáez y generado indignación en la comunidad ganadera, que aún recuerda con consternación el crimen. El caso vuelve a poner en el centro del debate la eficacia del sistema judicial colombiano en la resolución de crímenes de alto impacto.