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La intervención fue ejecutada por el antiguo Esmad y personal civil. Las familias afectadas exigen diálogo y denuncian trato desigual frente a otros ocupantes de la zona.

La administración municipal de San Antero, encabezada por el alcalde Denys Chica, llevó a cabo el desalojo de varias familias asentadas en la Bahía de Cispatá, con el fin de avanzar en la construcción de un malecón turístico en la zona.


El procedimiento fue realizado con apoyo del antiguo Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y personal civil contratado para la intervención, lo que generó inconformidad entre las familias afectadas.


Los desalojados argumentan que no se agotaron las vías de diálogo antes de ejecutar la medida y que se está aplicando la ley de manera selectiva, ya que otras familias con mayor poder económico también poseen terrenos en el mismo sector, sin que se les haya requerido el desalojo.


Además, los ciudadanos cuestionan el costo que representó el operativo, asegurando que esos recursos pudieron haberse invertido en una mesa de concertación que permitiera acuerdos entre las partes, sin necesidad de recurrir a la fuerza pública.


El proyecto del malecón turístico hace parte del plan de desarrollo municipal, que busca promover el turismo en la Bahía de Cispatá, una zona reconocida por su biodiversidad y atractivo natural. Sin embargo, los habitantes advierten que el progreso no puede lograrse a costa del desarraigo de comunidades que llevan años viviendo en el lugar.




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