Su padre, Andrés Ardila, relató entre lágrimas al diario El País que su hija fue desconectada a las 4:00 de la tarde tras varios intentos médicos por salvarle la vida. “Mi hija falleció, estamos consternados en la clínica, esperando que venga Medicina Legal y tratando de estar lo más cerca de ella en su último momento”, expresó.
Según el testimonio del padre, la falta de atención oportuna agravó la situación. “Le hubiera salvado la vida haber tenido un paramédico o una ambulancia donde le hubieran dado los primeros auxilios. Nadie de la discoteca la atendió; llamaron a un amigo porque los taxis no paraban creyendo que la niña iba borracha. Se perdió demasiado tiempo y esto conllevó este resultado”, lamentó en entrevista.
El caso reabre el debate sobre la seguridad en discotecas y la importancia de contar con protocolos de atención inmediata ante emergencias médicas, especialmente en situaciones de consumo excesivo de alcohol.

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