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 Según reportes preliminares, el piloto logró controlar la situación y desviar la avioneta hacia un costado de la pista, evitando consecuencias mayores
Una avioneta Piper Navajo presentó fallas en el tren de aterrizaje; gracias a la pericia del piloto, los dos adultos y dos niños resultaron ilesos.


Momentos de tensión se vivieron la noche del martes 4 de noviembre en el aeropuerto Las Brujas de Corozal (Sucre), cuando una avioneta Piper Navajo, matrícula HK-5031-G, realizó un aterrizaje de emergencia tras presentar fallas en el tren de aterrizaje.


La aeronave, operada por una aerolínea privada, había despegado del aeropuerto Los Pozos de San Gil, Santander, con cuatro ocupantes a bordo: dos adultos y dos menores de edad. Según reportes preliminares, el piloto logró controlar la situación y desviar la avioneta hacia un costado de la pista, evitando consecuencias mayores.


Los protocolos de emergencia del aeropuerto se activaron de inmediato, permitiendo la rápida atención de pasajeros y tripulación, quienes resultaron ilesos. Aunque el incidente generó alarma entre el personal y algunos testigos, no afectó otras operaciones aéreas.


Se espera un pronunciamiento oficial por parte de la Aeronáutica Civil y la administración del aeropuerto para esclarecer las causas del desperfecto técnico y confirmar si la aeronave podrá retirarse por sus propios medios o requerirá asistencia especializada.


Este tipo de incidentes, conocidos como “excursión de pista”, pueden originarse por fallas mecánicas, condiciones climáticas o errores humanos. En este caso, la pericia del piloto fue clave para evitar una tragedia.


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