Visitantes del cementerio San Pelayo, vieron cómo restos de los cuerpos de una de las bóvedas estaban esparcidos por el lugar.
No fue una sola tumba profanada. Otras más también fueron afectadas por daños. En esta oportunidad se encontraron huesos humanos distribuidos en tres costales.
“Llegamos y vimos restos mortales de un señor sacados de la bóveda. Se nos preció muy raro por eso lo que reportamos”, dijo el familiar de uno de los difuntos.
Sin embargo, y aunque muchos creen que se trata de brujería, hay quienes afirman que muchas personas alquilan bóvedas por año y antes de cumplir la fecha estipulada, los dueños de las bóvedas sacan los restos del difunto para alquilarle el espacio a otra familia.
Residentes en el municipio les piden a las autoridades tomar cartas en el asunto, pues el saqueo de tumbas es la constante, aun cuando hay celador.
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