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El Sistema de Universitario Estatal, después de un Consejo de Rectores, anunció que se tomaron decisiones de suma importancia para garantizar el retorno progresivo a la presencialidad con alternancia en las Instituciones de Educación Superior. 


El SUE tuvo en cuenta la capacidad instalada, el número y características de la población estudiantil, docentes y personal administrativo. De igual manera, se tuvieron en cuenta los aspectos culturales y socioeconómicos, el estado de vacunación de la población estudiantil, docente y administrativa; asimismo, las condiciones y adecuaciones físicas con garantías de bioseguridad hacia la comunidad universitaria.


Las universidades están catalogadas como lugares de alto riesgo de contagio del Covid-19 según el Instituto Nacional de Salud. Esta realidad exige un estudio estricto de las normas de bioseguridad para el normal desarrollo de las actividades académicas, administrativas y de investigación. En esta misma dirección, se plantea la gestión y adquisición de recursos para la implementación de protocolos de bioseguridad; entre estos: el uso de tapabocas, tapetes, dispensadores para jabón de manos, esterilización de las aulas de clase, obtención de termómetros y otras necesidades.


En este sentido, se parte de una realidad; la cual tiene que ver con que, los estudiantes universitarios aún no están vacunados; de igual modo, no se cuenta con las adecuaciones físicas de las etiquetas de bioseguridad exigidas para el regreso a la presencialidad. Además de esto, se necesita adecuar la infraestructura física; lo que tendría unas implicaciones económicas adicionales al presupuesto de las Universidades. Lo anterior significa, no poder garantizar el control de contagios en el interior de las instituciones.


Respetando la política y normativa nacional de protección de la calidad de la educación y la no deserción; en virtud del criterio científico de investigadores en el campo de la salud y el compromiso de la protección a la población universitaria, el Consejo de rectores del SUE Caribe decidió por unanimidad, seguir brindando el servicio educativo a través de las mediaciones virtuales, y así, avanzar en los procesos de alternancia en la medida en que las condiciones de control de la pandemia de la Covid-19 lo permita. 


Por ellos, se ratifica el compromiso de continuar con la tarea misional de docencia, investigación, proyección social y liderazgo. Desde los laboratorios de diagnóstico de Covid-19; contribuyen con programas de fomento y aplicación de la bioseguridad para seguir apoyando al sector de la salud. 


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