Necoclí es uno de los municipios que hace parte subregión del Urabá, antioqueño con 70 mil habitantes a orillas del mar, temperatura promedio 30 grados y en los últimos meses han llagado cerca de 100 mil migrantes y a muchos de ellos se les agotó el dinero y permanecen durmiendo y cocinado en la playa en condiciones precarias expuestos al sol y al frío.
Los migrantes duermen dentro de cambuches de color negro y camping que compraron a su llegada en el municipio para protegerse de los mosquitos y de clase de insectos.
En esas condiciones permanecen cerca de 700 extranjeros con presencia de niños y muchos de ellos llevan hasta cuatro meses esperanzados en poder cruzar el mar hasta Acandí en el departamento del Chocó.
“Llevamos varios meses acá en la playa y la estamos pasando mal no se si el Estado nos pueda ayudar se nos acabó la plata nos ayudan con comida pero no es suficiente y hay muchos niño.Nuestro objetivo es llegar al menos a México” expresó un migrante africano.
Reconoció que esperan la noche y la madrugada para bañarse en el mar porque no cuentan con baños públicos y tienen cocinas improvisadas para preparar los pocos alimentos que encuentran o les regalan.
En la playa también permanecen más de 200 venezolanos quienes se quejan porque las empresas turísticas se abstienen de venderles tiquetes para viajar en lanchas hacia Acandí, en el departamento de Chocó.
“Llevo varios días con mis hermanos y mis padres aquí esperando para poder viajar hacia los Estados Unidos” explicó un adolescente oriunda de Brasil.
Otros migrantes han corrido con mejor suerte porque aún cuentan con recursos para arrendar habitaciones en casas que las han convertido en hospedajes temporales o en hoteles económicos hasta decidan viajar.
En el municipio de Necoclí, permanecen unos 5 mil migrantes procedentes de África, Haití, Venezuela y Brasil con la misión de viajar en la lanchas hacia Chocó y caminar por trochas con destino a Estados Unidos expuestos a todo peligro.
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