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Durante la inauguración de la doble calzada del Túnel de La Línea, ayer en el Cruce de la Cordillera Central, entre Calarcá (Quindío) y Cajamarca (Tolima), el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, aseguró que esta obra demuestra cómo la competitividad puede generarse de manera sostenible.

“Se sembraron dos millones seiscientos mil árboles, se recuperaron 553 hectáreas de bosques, se le hizo mantenimiento a 1247 hectáreas de plantaciones y se adquirieron 303 hectáreas para convertirlas en zonas de reserva forestal. Cada uno de los viaductos y túneles lleva el nombre de la flora y la fauna de la región”, reveló el ministro Correa.


Esta obra logró conectar la movilidad con la naturaleza a lo largo de los 31 viaductos y 25 túneles e intercambiadores que la conforman, en una zona con gran complejidad geológica por la formación de sus montañas, que está inmersa en un área hídrica protegida y con una gran riqueza de flora y fauna.

Correa agregó que la obra le aporta a la competitividad en el marco de un modelo que va encaminado a la carbono neutralidad y a mantener la biodiversidad positiva. “Cada uno de estos proyectos impacta positivamente la mitigación, que es la disminución de Gases de Efecto Invernadero (GEI), y la adaptación, ya que nos ayuda muchísimo a disminuir todos esos derrumbes que teníamos anteriormente en toda esta zona. Pasa de tres horas de viaje entre Tolima y Quindío a 50 minutos, competitividad y sostenibilidad”, puntualizó.


Integración, la clave

Desde su estructuración y ejecución, este proyecto se adaptó al cambio climático, permitiendo que a futuro estas obras no afecten el ecosistema ni generen derrumbes, deslizamientos y movimientos en masa, pues se tuvo especial cuidado al integrar la biodiversidad existente.

En lo relacionado con el manejo de los recursos hídricos se recuperaron las quebradas La Gata y El Salado, gracias a la implementación de una planta de tratamiento de aguas residuales que se instaló con el Túnel de La Línea. Así se extrajeron los elementos sólidos que invadían estos afluentes y se purificó el líquido para el beneficio de todas las comunidades de Calarcá; además, del túnel se obtienen 94 litros de agua por segundo que se tratan en la planta.


Sumado a lo anterior se logró la ubicación de 1.4 millones de metros cúbicos de material en zonas de tratamiento especial, y se aplicó bioingeniería para el tratamiento de taludes. A la vez, se financiaron al menos cinco prospecciones arqueológicas por más de $4000 millones, con las que se recuperaron aproximadamente 35.000 fragmentos cerámicos precolombinos.


Unidos con la población

El proyecto trabajó de la mano con las comunidades, las cuales participaron en diversos talleres y capacitaciones con expertos en los que se abordaron temas como responsabilidad ambiental, puntos ecológicos, separación de residuos desde la fuente, cuidado del recurso hídrico y la puesta en marcha de huertas orgánicas.


En el evento también se anunció la siembra de cuatro árboles de cedro rosado en el Centro de Control de Operaciones, donados por la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima).


Un paseo por la fauna y la flora

En su trayecto por los 30 kilómetros de doble calzada, en los sentidos Calarcá-Cajamarca y Cajamarca-Calarcá, los usuarios atravesarán los túneles de Los Ocelotes, Búho de Anteojos, Mono Aullador, Los Tucanes y Los Venados, entre otros, y los puentes Yarumo Blanco, Papelillo, Cedro Rosado, El Caracolí y Nogal Cafetero.


Con estas acciones, el Gobierno Nacional y la ingeniería colombiana ratifican su compromiso global con la reducción de emisiones de CO2 y de trabajar en pro de la conservación del planeta, demostrando su capacidad de resiliencia y confirmando que es posible ejecutar obras de infraestructura respetuosas del medioambiente.






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