Allí, de manera sorpresiva, varias personas encontraron en un predio enmontado a una burra amarrada y con manchas de sangre en su cara.
“Todo indica que el hecho no fue en Las Palmeras sino en otro sector pero la trajeron hasta acá, los vecinos se dieron cuenta y llamaron a las autoridades. La herida era bastante grande, parece que fue un machetazo, también dicen que la burra está embarazada”, dijo el líder comunal del barrio, Orlando Villa.
Hasta la zona llegaron los uniformados adscritos al equipo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía Nacional, quienes verificaron la gravedad de su estado y llamaron a los profesionales de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica y Agropecuaria, Umata, para que se hicieran cargo de la situación.
La teniente Andrea Aguirre explicó que efectivamente la burra tenía laceraciones en la cara y en la cola. Además, sus miembros anteriores y posteriores se encontraban totalmente inflamados.
“Uno de sus ojos presentaba una herida al parecer de arma blanca, tenía anorexia y deshidratación, síntomas alarmantes por los cuales dimos aviso a la Umata, que es la encargada de brindar los primeros auxilios”, sostuvo la oficial.
Desafortunadamente, el dueño del animal no ha aparecido, por lo que se está a la espera de que la ciudadanía haga la denuncia para proceder con la captura del responsable del maltrato.
“Le recomendamos a la gente que denuncie, que no tenga miedo, para así nosotros capturar a estas personas que le hacen mal a los animales, ese es el apoyo que necesitamos de la comunidad”.
Está estable
Laura Borrero Ángel, médica veterinaria de la Umata, dio un parte de tranquilidad explicando que la víctima del ataque se encuentra estable. “Recibimos el llamado reportando el caso de un asnal abandonado en el barrio Las Palmeras, llegamos al lugar y encontramos una burrita con una herida en la cara, con aproximadamente 24 horas de evolución producto, al parecer, de un ataque con arma blanca”.
De igual forma, la experta indicó que la burra tenía una claudicación en el miembro anterior izquierdo y que tras examinarla se le detectó un crecimiento inadecuado de su casco. “Probablemente en otro momento lo había mudado, y dicho casco tiene una condición que se denomina topino, esto cuando no se corrige hace que el animal este incómodo y claudicando permanentemente”, sostuvo Borrero Ángel.
A la burra se le aplicaron analgésicos, antiinflamatorios, se le hizo una desinfección y lavado de la herida, se le aplicó crema cicatrizante y se le inició una terapia antibiótica. Ahora está a la espera del traslado a un albergue para que cumpla de mejor forma su recuperación.
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