En cinco barrios de Montería el ruido no dejó vivir a sus moradores el fin y comienzo de año. Así lo indican las más recientes mediciones realizadas por la Policía Metropolitana de capital de Córdoba.Los sectores son Colón, Canta claro, Santafé, Santander y La Granja, que reportaron los más altos niveles de emisiones de ruido en sectores residenciales de la ciudad.
Todo ello desbordó en problemas de alteración de convivencia en zonas donde las fiestas se extendieron hasta dos días continuos con altos decibeles en el volumen de las amplificaciones de sonido.
Al ruido de los equipos de sonido los vecinos debieron soportar los estallidos de artefactos con pólvora, que además de no permitir el sueño tranquilo de muchos, estresaron a los animales, seres que más han sufrido con la manipulación de los explosivos.
Fueron decenas de alertas recibidas por esas situaciones. Este tipo de llamadas son registradas por las autoridades como alteración del orden o la tranquilidad pública, ya sea por escándalo, música, alto volumen o perifoneo.
Al ser la Policía la autoridad encargada de controlar a los vecinos ruidosos, el artículo 10 del Código Nacional de Policía y Convivencia sentencia que los comportamientos que generen molestias por su impacto auditivo, como fiestas, reuniones y producción de sonidos, entre otros, darán lugar a medidas correctivas.
Si el llamado de atención de la Policía no logró que se solucionara la situación, se puede radicar una querella ante el inspector de Policía de la localidad donde se presenta el problemas.
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