
Salvador, como se llamaba en niño, en medio de un descuido de sus padres se comió la puntilla y se le fue a uno de sus pulmones.
La madre del menor se dio cuenta de que su hijo se estaba ahogando, pero no sabía con qué, pues le salía sangre por la boca, pero no tenía nada en la garganta. Debido a esto, fue llevado al médico, en donde solo le dieron medicamentos y no le hicieron ningún tipo de examen.
A pesar de que los doctores le dijeron que no era nada de gravedad, el niño seguía con preocupantes síntomas como fiebre, tos y dolores.
Tras el paso del tiempo, y sin ver mejorías, sus padres decidieron llevarlo a un examen particular de rayos x, donde apareció el extraño objeto en el cuerpo del menor.
Al ver la compleja situación de Salvador, los médicos decidieron operarlo, pero el pronóstico era desalentador, pues la puntilla había causado daños en el pulmón y tras dos días en cuidados intensivos, falleció.
Sus padres piden que sancionen el hospital que atendió inicialmente al niño por no hacer los exámenes a tiempo que pudieron salvarle la vida al pequeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario