El atentado que conmocionó a la ciudad este fin de semana hoy cobró la vida de Pedro Armando Mendoza López, de 47 años quien fue atendido en el hospital San Jerónimo y en la tarde de este sábado falleció a causa de las heridas. Mendoza López es la segunda víctima del atentado en el barrio Alfonso López al sur de Montería.
El ataque sicarial registrado la tarde de este viernes 1° de julio, en el barrio Alfonso López al sur de Montería.
De acuerdo a las versiones, la víctima se encontraba en un lavadero en compañía de un amigo quien también falleció y fue identificado Danilo Alexander Grandeth Peinado, de 23 años.
Estas dos personas fueron a tacadas a bala por sujetos que llegaron a un lavadero ubicado en la principal del barrio Alfonso López al sur de Montería, en una motocicleta y al identificar a sus victimas sin medir palabra desenfundaron el arma en la humanidad de los dos hombres.
Una vez cometido el hecho los sicarios emprendieron la huida hacia el barrio el Prado.
Según testigos del hecho Danilo recibió varios disparos sin embargo tuvo fuerzas para subirse de parrillero de un motociclista, pero antes de que el conductor del vehículo iniciara su marcha hacia una urgencia, se desplomó y se fue de espada al piso de la calle principal del barrio Alfonso López ante la mirada de testigos que no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Con la caída el hombre recibió un fuerte en la cabeza que le genero un sangrado más fuerte ya que había recibido un tiro en la cabeza. Sin embargo, con la ayuda de los curiosos lograron transportarlo al San Jerónimo donde llegó sin vida.
De Danilo Grandeth se supo que tenía anotaciones judiciales por varios delitos.
De la segunda victima se supo que fue auxiliado también en una motocicleta llevado a la urgencia del Hospital de La Granja, pero luego tuvo que ser remitido al Hospital San Jerónimo, donde pese a los esfuerzos de los galenos por mantenerlo con vida falleció horas de pues.
Los cuerpos de las dos víctimas fueron trasladados a Medicina Legal hasta donde llegaron sus esposas a iniciar los trámites de reclamación para darles cristiana sepultura.
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