Las reformas están encaminadas a lograr la igualdad entre el hombre y la mujer, la posibilidad de un patrullero pueda llegar a ser general, que todos los oficiales deben ser primero patrulleros, y que todos los miembros de la institución puedan aumentar su nivel de escolaridad.
Asimismo, en medio de su discurso dijo que, “La Policía Nacional no está para perseguir jovencitos en los parques, no está para tumbarle una carreta de alimentos a un vendedor ambulante, de lo cual, casi que exclusivamente vive”.
Aseguró que esas acciones lo que genera es una guerra secreta clandestinas en los barrios, una confrontación entre una ciudadanía y un personal con la Policía joven “y esa no nuestra guerra”
En el marco de la ceremonia este viernes de transmisión de mando en que asumió el general Henry Sanabria como director de la Policía y fue despedido con honores el saliente, general Jorge Luis Vargas, el presidente Gustavo Petro propuso en la Escuela de Cadetes General Santander, al sur de la capital, que cualquier patrullero, por mérito y no por dinero, pueda llegar a ser general, como sí lo pueden llegar a ser hoy en día solo los oficiales que costean los cursos para ello.
“Uno es el mundo del intendente y del patrullero y otro es el del personal de oficiales, y cuando pasar de un mundo al otro cuesta dinero, la capacidad de mando se cuestiona: si un comandante come en el mismo lugar que un patrullero, es más querido y más respetado. Les propongo que cualquier patrullero pueda ser general, por mérito y no porque tuvo dinero para hacer el curso”, dijo.
Planteó además en este sentido el jefe de Estado que “estudiar en cualquier escuela de la Policía debe ser gratuito para cualquier miembro. (...) La Policía será mejor si sus integrantes todos pueden elevar su nivel de escolaridad, por ejemplo para estudiar inteligencia financiera, y eso implica capacidades profesionales, o si se va a enfrentar una banda de barrio hay que estudiar antropología popular. Y también es necesario que los patrulleros puedan estudiar en la universidad pública y el SENA, y así quedan capacitados profesionalmente al retirarse”.
Y frente a las fuentes de financiación de dicha idea, adelantó: “Los dineros para eso hay que encontrarlos, porque puede que se estén usando en cosas y no en seres humanos: es más importante el hombre y la mujer que el fusil”.
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