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Se trata de una masacre de la que fueron víctimas ocho policías en el departamento del Huila, en la vereda Corozal, en San Luis, cerca de Neiva, tras ser emboscados, presuntamente, por disidentes de las Farc.
Los policías estaban participando en una actividad de bienestar social y se dirigían, a las 10:30 a. m., hacia un punto donde fueron atacados. Los uniformados fueron víctimas de la activación de un explosivo que estalló al paso de la caravana.
Los ocho policías son dos intendentes, dos patrulleros y cuatro auxiliares.
La primera información que llegó a las autoridades da cuenta de que los cuerpos seguían tendidos en la vía. Los refuerzos tratan de llegar al lugar para determinar exactamente qué fue lo que pasó.
En los próximos minutos se espera un reporte oficial de las autoridades sobre este hecho que, tristemente, enluta al país.
Se conocieron algunas imágenes de este hecho violento.
El presidente Gustavo Petro condenó el atentado y lo calificó como un “claro saboteo a la paz total”, política que ha venido liderando su gobierno en la que busca reactivar diálogos de paz con la guerrilla del ELN.
De la misma manera, el jefe de Estado, que adelantaba una agenda de trabajo en Cartagena, en donde participó de una nueva versión del Congreso Nacional de Minería, ordenó que las autoridades comiencen una investigación exhaustiva.
“Rechazo contundentemente el ataque con explosivos donde murieron 8 policías en San Luis, Huila. Solidaridad con sus familias. Estos hechos expresan un claro saboteo a la paz total. He pedido a las autoridades desplazarse al territorio para asumir la investigación”, trinó el presidente Petro.
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