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La minería ilegal en el Bajo Cauca antioqueño y sus graves consecuencias ambientales quedaron en evidencia después que se sobrevolara la región. 


Desde el aire se pueden ver millas de hectáreas de bosques nativos arrasados, ríos contaminados por mercurio y la desaparición de fauna silvestre. Según la secretaria de Medio Ambiente de Antioquia, Silvia Elena Gómez, entre el 2000 y el 2020 se perdieron cerca de 400.000 hectáreas en el departamento, lo que representa aproximadamente dos veces el área metropolitana del Valle de Aburrá. En febrero de 2023 se registraron 183 alertas de deforestación en solo una semana.


La minería ilegal también tiene graves consecuencias para la salud de la población. El uso del mercurio en la minería ilegal afecta el sistema nervioso central, los riñones y la glándula tiroides, lo que puede causar problemas cognitivos y de aprendizaje en los niños.


En lo que va del año, las autoridades han llevado a cabo dos operativos en la zona, logrando la quema de 9 dragas, máquinas acuáticas que se utilizan para extraer material sumergido y sacarlo a la superficie. La región del Bajo Cauca antioqueño ha sufrido el impacto de la minería ilegal durante años, y se requieren esfuerzos adicionales para frenar esta práctica y recuperar los ecosistemas afectados.

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