El sol abrasador y la intensa ola de calor que azota a Barrancabermeja han llevado a que algunos emprendedores locales encuentren una oportunidad de negocio inusual: vender minutos de sombra en los semáforos.
Mientras los peatones caminan por las calles de la ciudad, el calor se vuelve casi insoportable, y las suelas de sus zapatos parecen deshacerse sobre el asfalto caliente. Sin embargo, en medio de este sofocante ambiente, hombres y mujeres han decidido aprovechar la situación ofreciendo un poco de alivio bajo la sombra de sus grandes sombrillas.
Cuando el semáforo se pone en rojo y los motociclistas deben detenerse, estos emprendedores de la sombra se acercan rápidamente a ellos, extendiendo sus sombrillas para cubrirlos de los fuertes rayos del sol. Por unos minutos, los motociclistas pueden disfrutar de un breve respiro bajo la sombra, protegidos del calor intenso mientras esperan el cambio de luz verde.
Esta práctica se ha vuelto cada vez más común en las calles de Barrancabermeja, donde el clima caliente y la exposición al sol pueden resultar agotadores y peligrosos. Los vendedores de sombra ofrecen un servicio temporal pero necesario para aquellos que se desplazan en motocicleta y están expuestos directamente al calor extremo.
Si bien algunos podrían considerar esto como una solución ingeniosa y un acto de solidaridad, también plantea preguntas sobre las condiciones extremas a las que las personas están expuestas en las calles de la ciudad. La venta de minutos de sombra es un recordatorio tangible de la necesidad de mejorar las condiciones ambientales y la infraestructura urbana para garantizar la comodidad y seguridad de los ciudadanos.
A medida que la ola de calor continúa en la región, es probable que esta práctica siga siendo popular hasta que las temperaturas disminuyan. Mientras tanto, los vendedores de sombra seguirán ofreciendo su valioso servicio, brindando un breve alivio a aquellos que transitan por las calles de Barrancabermeja en medio del agobiante calor del día.
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