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En las redes sociales circula desde hace una semana un vídeo que captura el sorprendente episodio de una boda fallida en Chinú, Córdoba, el 16 de diciembre. Las imágenes revelan el momento en que la novia decide dar marcha atrás en el momento clave de la ceremonia.


Contrario a los rumores de que la escena podría ser ficticia, Mary Luz Díaz, la dueña del lugar donde se celebró la boda, confirmó que todo fue "totalmente cierto".


Los protagonistas de esta polémica son Jessica Avilés, oriunda de Chinú, y Santiago Restrepo Vega, un hombre de Bogotá. Según la organizadora, el evento fue íntimo, con aproximadamente 70 personas, de las cuales "10 o 12 eran invitados de él y 60 de ella", detalló.


Después de pronunciar el "no" en el altar, la novia expresó sus preocupaciones a la organizadora. "No me quiero casar con él, no voy a arriesgar todo lo que tengo por casarme con él. Si él no acepta mis hijos, no me voy a casar con él", confesó la joven.


A pesar de la cancelación de la ceremonia, la fiesta continuó gracias a la contribución de los familiares de la novia, quienes completaron el pago del evento mediante una recolección de fondos improvisada.


Mary Luz Díaz reveló que Jessica estaba inquieta porque no se había completado el pago del evento y que el padre del novio prometió hacerlo más tarde. Aunque la ceremonia se canceló, la fiesta persistió hasta las 12:30 a. m. en el centro de eventos Villa Linda en Chinú.


La novia decidió permanecer en la celebración con su familia, mientras que el novio, Santiago Restrepo, dejó dos botellas de ron en la mesa, indicando: "Tómeselas para que disfruten". La novia respondió con un simple "Bien, es lo que vamos a hacer".


Mary Luz Díaz, con 20 años de experiencia en la organización de eventos, mencionó que es la primera vez que vive una situación así y espera que no se repita, aunque lo ha tomado con buen humor. En contraste, Jessica Avilés optó por no hablar con los medios sobre el duro momento.

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