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Según la Policía Nacional, estas víctimas, provenientes de la costa norte del país,  iban a robar oro al Clan del Golfo.

Las autoridades manejan la hipótesis de que este triple homicidio podría estar vinculado a una represalia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, derivada del presunto hurto de oro perteneciente a una mujer vinculada a dicha organización criminal en el municipio de Buriticá.


El comandante de la Policía de Antioquia, el coronel Carlos Martínez, señaló que las víctimas carecían de arraigo en Antioquia y que, aparentemente, planificaban una actividad delictiva para dañar el oro obtenido de la explotación lícita de yacimientos, lo cual desencadenó un ajuste de cuentas. por el control de las rentas criminales.


Los asesinatos ocurrieron en dos locaciones diferentes: el primero tuvo lugar en la vereda Laureles el sábado 2 de diciembre, donde tres personas perdieron la vida; El segundo ocurrió el domingo 3 de diciembre en la vereda Moradita, cobrando otras tres víctimas.


Las autoridades continúan las investigaciones para determinar qué estructura específica del Clan del Golfo llevó a cabo estos homicidios. Las víctimas aún permanecen en Medicina Legal para ser identificadas.

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