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El árbitro Nolberto Ararat tomó la decisión de suspender el partido ante la creciente tensión en el estadio y sus alrededores
El partido entre Atlético Nacional y Junior, que se disputaba en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, tuvo que ser suspendido tras desatarse violentos incidentes en la tribuna. Nacional se imponía 2-0 cuando las autoridades se vieron forzadas a detener el encuentro debido a la falta de garantías de seguridad.


Los enfrentamientos en las gradas, protagonizados por hinchas de ambos equipos, comenzaron luego del segundo gol del conjunto verdolaga, generando una situación incontrolable. Varios aficionados resultaron heridos, algunos con cortes y contusiones, lo que provocó que personal de emergencia los atendiera en las instalaciones del estadio.


El árbitro Nolberto Ararat tomó la decisión de suspender el partido ante la creciente tensión en el estadio y sus alrededores, donde la policía intervino para controlar a los barristas. Las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos en las afueras del Atanasio para dispersar a los grupos de hinchas que continuaban con los desórdenes.


La suspensión del encuentro reaviva la preocupación por la violencia en los estadios del fútbol colombiano, dejando claro que se necesitan medidas más estrictas para evitar que el deporte más popular del país sea nuevamente escenario de caos.




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