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El hecho ocurrió en la avenida del Río y dejó varios heridos. El conductor fue capturado tras una persecución a pie y podría enfrentar graves consecuencias penales y civiles
Un grave hecho de intolerancia vial y huida se registró la tarde del pasado 5 de julio en la avenida del Río, en Pereira. Un conductor arrolló a un hombre de la tercera edad e intentó escapar del lugar, embistiendo a policías y ciudadanos que trataban de detenerlo. La comunidad, indignada, lo persiguió, lo alcanzó a pie y, en medio de la rabia, terminó destrozando su vehículo.


En videos difundidos en redes sociales se observa cómo varios motociclistas y al menos dos uniformados persiguen el vehículo por una de las vías principales de la ciudad. “Ahí le están acabando el carro al hp. Miren, señores, se intentó llevar la moto de la Policía (por delante). Necesitamos otro cuadrante en la avenida del Río”, se escucha decir a uno de los testigos en una de las grabaciones.


El conductor fue interceptado metros más adelante. Con cascos y otros objetos contundentes, varios de los presentes rompieron el vidrio panorámico del carro y le provocaron múltiples abolladuras, logrando así detener al sujeto, quien fue finalmente capturado por las autoridades.


Según el canal de denuncias ciudadanas Colombia Oscura, el hombre fue arrestado en el lugar de los hechos y las personas heridas, entre ellas el adulto mayor arrollado inicialmente, fueron trasladadas de urgencia a un centro médico. Hasta el momento, no se ha confirmado la gravedad de las lesiones.



De acuerdo con el Código Penal colombiano, un conductor involucrado en un accidente de tránsito está legalmente obligado a detenerse, brindar auxilio y reportar el hecho a las autoridades. No hacerlo configura un delito grave, con consecuencias penales, civiles y administrativas.


Según el bufete jurídico Integrity Leal, huir tras un atropello puede implicar cargos por lesiones personales, abandono de persona en peligro o incluso homicidio culposo, dependiendo de la gravedad del daño causado. Si las víctimas sobreviven con heridas, el responsable puede enfrentar penas de entre uno y cinco años de prisión, las cuales se incrementan si se demuestra negligencia o intención de evadir responsabilidades.


En caso de fallecimiento, la pena puede aumentar hasta diez años de cárcel. La fuga agrava aún más la situación jurídica del conductor, pues la omisión de auxilio puede aumentar la condena hasta en un 50 %.

En el plano civil, los afectados o sus familiares tienen derecho a solicitar una indemnización por los daños físicos, psicológicos y materiales ocasionados. Esto puede incluir gastos médicos, pérdida de ingresos y compensaciones por daño moral.


Desde el punto de vista administrativo, la reincidencia en conductas como el atropello con fuga puede derivar en la suspensión o cancelación definitiva de la licencia de conducción, incluso después de cumplir una eventual condena.


Las autoridades continúan con la investigación del caso y han solicitado a la ciudadanía compartir cualquier grabación o información adicional que permita esclarecer plenamente los hechos y aplicar las sanciones correspondientes.


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