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Atentados dejan un saldo parcial de 18 muertos y más de 80 heridos; presidente asegura acciones urgentes y reforzamiento de seguridad en ambos departamentos.

Colombia vivió este jueves 21 de agosto una jornada marcada por el terror y la violencia. En Antioquia, un helicóptero Black Hawk de la Policía Nacional fue derribado en la vereda Los Toros, Amalfi, por drones manejados por disidencias de las FARC bajo el mando de alias Calarcá y Barbas, dejando 12 uniformados muertos y tres heridos en delicado estado.


Identidades de los policías fallecidos en Antioquia: subteniente Nicolás Ovalle, subintendente José Camacho, mayor Carlos Mateus y patrulleros Neiver Zúñiga, José Valera, Yeison Samboní, Rafael Anaya, Edwin Zúñiga, Jonathan Jiménez, Michael Astaiza, Richard Lagos y Juan Guzmán. Los heridos fueron trasladados de urgencia a Montería, Córdoba, para recibir atención médica especializada.


Casi al mismo tiempo, en Cali, un camión cargado con cilindros bomba estalló frente a la Base Aérea Marco Fidel Suárez, dejando seis muertos, incluido un menor de nueve años, y 76 heridos, de los cuales 38 son hombres y 38 mujeres, incluidos ocho menores. La comunidad capturó a uno de los dos responsables del atentado, alias Sebastián, miembro de las estructuras del Estado Mayor Central (EMC) bajo el mando de alias Marlon.


Tras un consejo extraordinario de seguridad liderado en Cali, el presidente Gustavo Petro anunció medidas urgentes para enfrentar a las disidencias. “Estos recientes ataques están ligados a varias razones, una de ellas es la derrota que sufrió de manera intensa y profunda la columna Carlos Patiño de las disidencias en el Cañón del Micay, donde se recuperaron más de 250.000 municiones, se allanaron cinco casas con explosivos e incautaron más de 200 partes de fusiles”, afirmó el mandatario.


Petro destacó que las instalaciones de la Fuerza Aeroespacial Colombiana no resultaron afectadas, pero reconoció el impacto terrorífico en la población de Cali. “Mantendremos el PMU vigente y articular un plan de copamiento sin debilitar el Micay, porque es lo que quieren estos criminales”, explicó. El jefe de Estado también señaló que uno de los delincuentes fue capturado tras la detonación y que está colaborando con las investigaciones.


El alcalde de Cali, Alejandro Éder, celebró la pronta reacción del presidente y de la cúpula militar, enfatizando la importancia de mantener un Puesto de Mando Unificado permanente para garantizar la seguridad de la ciudad.


Estos ataques simultáneos han generado alarma en el país, evidenciando la capacidad de las disidencias armadas para ejecutar acciones coordinadas y violentas, y poniendo a las autoridades en alerta máxima para prevenir nuevos atentados.


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