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Una familia en San Pelayo denuncia estar sumida en un profundo dolor, luego de que  efectivos de la Policía Metropolitana de Montería les  decomisó un loro a la que era su mascota de toda la vida.


La historia de esta unión llegó a su fin el pasado lunes festivo, luego de que uniformados confiscaron el animal  en la Terminal de Transportes de Montería, con el argumento de que se trataba de un delito.


El animal llevaba con la familia de Eliana 46 años, y primero fue de la abuela de la joven, pero debido a la avanzada vejez no pudo tenerlo; entonces el animal empezó a encariñarse con la joven, estudiante de derecho en la Universidad del Sinú.


Las muestras de cariño aumentaron con el correr de los años y por eso la joven partió con el animal desde su casa en el sector Los Guamos, ubicado entre el corregimiento de Carrillo (San Pelayo) y el municipio de San Pelayo. 


No era la primera vez que Eliana se traía al animal, pero esta vez lo hizo porque no quería comer. “Cada vez que salía de la casa y lo dejaba, se llenaba de tristeza, y por decidí tenerlo conmigo en una casa donde vivo en el centro de Montería”, dijo la universitaria.


Desde entonces la angustia es la fiel acompañante de Eliana Guerrero, que sabe que hay que respetar la ley, pero pide que la entiendan a ella y ese estrecho vínculo con el animal, que tiene una de las alas partidas y que nunca ha estado encerrado en una jaula.

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