Celia Patricia Rubio, de 13 años, quedó con el 80% de su cuerpo quemado en aquella mañana en que su padrastro incendió su vivienda en Olaya Herrera. |
Esa trágica mañana, Tilson Cantillo Morales, en un arranque de celos con su exmujer, decidió prenderle fuego a la vivienda en donde habitaban en el barrio Olaya Herrera sector El Progreso, y luego cuando salió le advirtió lo que había hecho.
Las llamas se propagaron rápidamente en la casa de madera, provocándole graves quemadura en el 80% del cuerpo a Celia y también alcanzaron la casa de una tía que quedaba al lado de donde ella habitaba, destruyendo todo a su paso.
Mientras su madre y familiares atendían a la niña quemada y la trasladaban a la Casa del Niño, otras personas se encargaban de capturar al presunto autor de tan horrendo hecho, quien intentó huir sumergiéndose en la Ciénaga de la Virgen.
Al día siguiente de la tragedia, la pequeña fue trasladada a una clínica de la ciudad de Barranquilla, teniendo en cuenta que en Cartagena no hay salas especializadas para atender personas con este tipo de quemaduras.
Mientras tanto por solicitud de un fiscal seccional URI, el Juzgado Sexto Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías cobijó con medida de aseguramiento en establecimiento carcelario a Tilson Cantillo Morales, por el delito de homicidio, en grado de tentativa el cual varía ahora por homicidio, en concurso con los delitos de violencia intrafamiliar, incendio y daño en bien ajeno,
De acuerdo con la denunciante y madre de la víctima se encontraba en casa de una amiga, mientras su hija dormía en una vivienda cercana a su hogar, cuando una de sus vecinas le informó que su residencia se incendiaba.
La mujer salió hacia su vivienda y en el camino se encontró con el procesado, quien es su expareja, asegurando que había quemado la casa para que recogiera la basura. Al llegar a la residencia la encontró en llamas y a la víctima menor de 13 años de edad, su hijastra, tirada en el suelo con quemaduras en los brazos, piernas y cabeza, por lo que fue llevada a un centro clínico.
De acuerdo con la Fiscalía, el procesado, de 33 años, y quien al parecer estaba bajo los efectos del alcohol, intentó huir y fue capturado por funcionarios de la Policía Nacional.
De acuerdo con la investigación el procesado ya tenía antecedentes por violencia intrafamiliar y habría generado la conflagración para darle una lección a su expareja.
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