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Sorprendido y desconcertado, ante lo que consideró la falta de garantías jurídicas, quedó William Arcila Giraldo, propietario de la Joyería La Italiana de Montería cuando supo que el Juzgado Cuarto Penal del Circuito, a cargo de Miguel Cabarcas Viellard, ordenó la libertad de Yesid Adolfo Solano Oviedo, alias ‘el Bebé’; Pedro Rafael Chávez Villamil, alias ‘el Pica’ y Óscar David Delgado Díaz, alias ‘el Cereté’. 


La decisión se produjo por vencimiento de términos, que serían atribuidos al mencionado juzgado, debido a la supuesta “congestión judicial”, a pesar de que el fiscal del caso surtió dentro del plazo de 180 días los elementos materiales de prueba y la respectiva resolución de acusación para darle inicio al juicio oral. 


Cuando los abogados de los implicados solicitaron la audiencia para pedir sus libertades enseguida se programó esta. De paso citaron al afectado para que ‘viera” como se iban para sus casas los tres hombres que presuntamente le robaron.


Tres veces el mismo año
El empresario William Arcila, en entrevista exclusiva a este medio, expresó que sus dos negocios, uno en el Centro Comercial Alamedas y el otro en la carrera segunda entre calles 34 y 35 de esta capital fueron ‘visitados’ por la banda ‘Los Joyeros’ que opera en toda la Costa Caribe y de la que harían parte los tres sujetos antes mencionados. 
El monto de las joyas hurtadas asciende a más de mil millones de pesos de las cuales no se ha podido recuperar ni un gramo.


Se sabe que son los mismos bandidos porque quedaron registrados en las cámaras de seguridad tanto de la joyería como de otros negocios, ya que las autoridades han realizado la trazabilidad de las mismas. 


Complicidad interna 
El negociante de oro admitió que los atracos se han presentado debido a la (presunta) complicidad interna de uno de sus empleados de confianza, que en su momento fue capturado y aunque también quedó libre sigue vinculado a la investigación. 


En los videos quedaron registradas las imágenes de los delincuentes que ingresaban a las joyerías casi que detrás del exempleado, al que le reservaremos, por ahora, su nombre. 


Se conoció la identidad de la banda, conformada por 11 peligrosos sujetos, porque uno de los participantes del último robo a la ‘Italiana’ en el Centro Comercial Alamedas es una mujer venezolana que es testigo protegido del ente investigador y que le entregó ‘pelos’ y señales a los detectives del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de las fechorías.


Capturas y desgaste 
Luego de conocidos los atracos, la investigación la asumió un equipo especial del CTI de Montería que en tiempo récord capturó a seis sujetos en varios departamentos de la Costa. 


Dos de ellos quedaron en libertad (pero vinculados al caso) con el argumento de que no tenían antecedentes penales; tres fueron enviados tras las rejas (son los que quedaron libres recientemente) y un cuarto está en la cárcel La Vega de Sincelejo vinculado a otro delito, o de lo contrario también queda libre. 


Un policía activo
Uno de los detenidos es un patrullero activo de la Policía Nacional en la capital de Córdoba quien fue desincorporado de la Institución, está libre pero vinculado al proceso.


Para estas capturas fue mucho el recorrido que tuvieron que hacer los agentes del CTI (a costa de sus propias vidas) para ubicar y ‘ponerle los ganchos’ a los presuntos bandidos, sin embargo, pero ahora estos quedaron en libertad y “lo más terrible es que la audiencia de inicio del juicio oral la fijaron para febrero de 2023, y mientras tanto hubo un desgaste del aparato judicial del Estado y los ladrones se rieron en la cara de nosotros por el señor juez los mandó para la calle”, dijo un funcionario investigador.


Debido a todos estos hechos, William Arcila Giraldo está pensando en instaurar una denuncia en la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura contra el juez Miguel Cabarcas Viellard.

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