Con globos blancos, pancartas y consignas gritadas a todo pulmón, se encuentran decenas de personas en los alrededores del Hospital La Granja en Montería, donde exigen justicia por la muerte del pequeño de cuatro años, quien ingresó con un dolor de estómago y a las escasas tres horas murió de una manera extraña.
Los dolientes, quienes se ven con rabia e impotencia y otros con lágrimas que se desplazan por sus rostros, exigen que el deceso del menor sea investigado a profundidad. Temen que por no tener recursos económicos se cometa una “injusticia”.
La madre del menor en declaraciones a los medios de comunicación alegó que al pequeño le inyectaron un medicamento para presuntamente tratar el cáncer, algo que para es inexplicable, pues indicó que su pequeño siempre fue sano y que solo presentó la dolencia que conllevó a su muerte.
Se esperan los resultados de la autopsia para saber a ciencia cierta de qué murió el infante. Sin embargo, desde la directiva de la ESE VidaSinú ya salieron al frente y precisaron que no hubo ningún tipo de negligencia.
A esta hora funcionarios de la Policía Metropolitana de Montería acuden al sitio para tratar de calmar los ánimos y evitar que la manifestación pase a la violencia contra el personal de la salud.
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