La solicitud de preclusión fue presentada por la Fiscalía, argumentando que no existen pruebas suficientes para vincular a Uribe con la manipulación de testigos, sino que más bien se trata de una conducta atípica. Es decir, el ente acusador sostiene que si bien puede haber ocurrido un evento irregular, el exmandatario no fue el cerebro ni el responsable de los hechos juzgados.
Esta solicitud se presentó por segunda vez en 2021, y durante las audiencias, la jueza encargada de la investigación, Laura Estella Barrera, deberá determinar si las pruebas presentadas son suficientes para sustentar un juicio contra Uribe. En caso afirmativo, sería la primera vez en la historia que la Fiscalía llama a juicio a un expresidente.
Por su parte, el exmandatario Uribe sostiene que no existen pruebas en su contra. Afirma que en este proceso no hay ninguna evidencia ni indicio que demuestre que condicionó las declaraciones de los testigos, sino que simplemente buscó la verdad. Uribe señala que realizó averiguaciones a través de sus abogados para desmentir las difamaciones y conocer las motivaciones detrás de los rumores sobre su gestión política y administrativa.
Incluso, Uribe argumenta que sus acciones no tuvieron ningún viso de ilegalidad ni se basaron en intenciones de sabotear a la justicia. En la audiencia de preclusión ante el juzgado 41 de Conocimiento de Bogotá, programada para este martes a las 8:30 a.m., el expresidente expondrá sus argumentos para que se cierre el expediente penal en su contra por presunto fraude procesal y sobornos a testigos.
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