Posteriormente, a las 10:15 p.m., se registró otro sismo en el mar Caribe con una magnitud de 4.1. Diez minutos después, a las 10:25 p.m., se produjo otro temblor en la misma zona del mar Caribe, pero con una magnitud más intensa de 6.6.
El evento sísmico generó un momento de alarma en la región, especialmente en Montería, donde se registró una fuerte sacudida que provocó susto colectivo, especialmente en las altas edificaciones del norte de la ciudad.
Los residentes de los edificios más altos informaron que sintieron fuertes movimientos y vibraciones, lo que provocó una reacción inmediata de sorpresa y preocupación. Los celulares de muchos ciudadanos se activaron con una alarma de advertencia segundos antes de que se sintiera el temblor, lo cual fue percibido como una confirmación inminente de la situación.
Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado daños materiales ni heridos como resultado del temblor. Sin embargo, la intensidad del sismo y la cercanía del epicentro generaron un impacto psicológico significativo en la población, dejando a muchos residentes con sensaciones de ansiedad y temor.
Las autoridades locales, en conjunto con los organismos de protección civil, se encuentran evaluando la situación y brindando asistencia a los ciudadanos que lo requieran. Se ha activado un protocolo de monitoreo continuo para garantizar la seguridad de la población y estar preparados ante posibles réplicas.
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