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La religiosa dijo que había hecho un pacto con su amiga para permanecer juntas aún después de la muerte.
El hallazgo de restos óseos humanos en el interior de una maleta abandonada en una calle de Santiago de Chile ha dejado a la ciudad en estado de shock. La posterior revelación de un vídeo donde una monja merodea por la zona ha aumentado aún más la intriga en torno a este perturbador suceso.


Sin embargo, lo que inicialmente parecía ser un macabro crimen, se ha revelado como algo aún más inquietante. Según informó el subprefecto Juan Fonseca, la monja, una devota de 80 años, confesó a la policía que había hecho un pacto con su amiga fallecida para permanecer juntas incluso después de la muerte.


"Aquí hubo un pacto. La persona fallece hace un año atrás y la otra la mantiene desde ese tiempo en una maleta por el cariño que le tenía", relató Fonseca a los medios.


Las dos religiosas, que no pertenecían a una congregación religiosa formal, sino que eran "laicas consagradas", habían sellado su amistad con un pacto más allá de la vida. La monja fallecida, de 58 años, habría muerto aproximadamente hace un año por causas naturales, pero en lugar de dar aviso a las autoridades, su compañera decidió guardar su cuerpo en una bodega.


El macabro hallazgo se produjo cuando la monja aún viva decidió dejar la maleta con los restos en una calle del céntrico municipio de Ñuñoa, en Santiago. El motivo detrás de esta acción fue revelado por el fiscal Francisco Lanas, quien explicó que la monja decidió sacar los restos a la calle para evitar que su hija descubriera el cuerpo de su amiga en la casa.


Aunque la mujer no fue detenida, podría enfrentar sanciones según el código sanitario. Este espeluznante episodio ha dejado a la comunidad consternada y plantea interrogantes sobre la vida y las relaciones más allá de la muerte.



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