La comunidad asegura estar cansada de los disturbios que ocurren cada vez que llueve y tomaron esta medida como forma de defensa |
En el barrio Carrizal, en Barranquilla, los vecinos decidieron regar vidrios sobre una de las calles del sector como una forma de frenar los ataques con piedras que, según denuncian, se repiten cada vez que cae un aguacero.
La comunidad afirma que durante las lluvias aparecen jóvenes que aprovechan la oscuridad y el caos para lanzar piedras a viviendas, vehículos y transeúntes. Ante la falta de una respuesta efectiva de las autoridades, optaron por tomar esta medida, aunque reconocen que también representa un riesgo para todos.
“Ya no sabemos qué más hacer. Esto pasa cada vez que llueve, y nadie responde. Es un peligro, pero es la única forma en que ellos no se acerquen”, dijo uno de los habitantes afectados.
Los residentes piden presencia constante de la Policía en los momentos de lluvia y más vigilancia para evitar que esta situación empeore.
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