La emergencia ha generado deslizamientos, caos vehicular y severos daños en zonas residenciales y turísticas. |
Las autoridades de Santa Marta declararon este lunes la calamidad pública tras las fuertes lluvias registradas el domingo, que dejaron más de 2.000 viviendas afectadas en al menos 60 barrios de la ciudad. La emergencia ha generado deslizamientos, caos vehicular y severos daños en zonas residenciales y turísticas.
“Hemos recibido muchos reportes de afectaciones y por eso estamos trabajando desde el primer momento con todos los organismos de socorro para atender esta emergencia”, indicó el alcalde Carlos Pinedo.
Según Alex Velásquez, jefe de la Oficina para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático de Santa Marta, la declaratoria permitió activar todos los protocolos de atención inmediata.
Entre los sectores más afectados se encuentra el barrio Pescaíto, donde el agua alcanzó hasta dos metros de altura, arrastrando vehículos y dejando decenas de viviendas totalmente anegadas. La Avenida del Libertador, principal arteria vial de la ciudad, también colapsó por las inundaciones.
Adicionalmente, se reportaron deslizamientos de tierra en la carretera que conecta el centro de Santa Marta con El Rodadero, así como problemas de movilidad en áreas clave como Taganga y Minca.
La alcaldía reportó que en apenas cuatro horas cayeron más de 155 litros por metro cuadrado, una cifra considerada inusualmente alta para la región.
Santa Marta, ciudad portuaria que el pasado 29 de julio celebró sus 500 años de fundación, enfrenta críticas por la falta de alcantarillado pluvial y la débil canalización de aguas que bajan de la Sierra Nevada. La situación ha encendido el malestar ciudadano por el contraste entre los recursos invertidos en eventos conmemorativos y el rezago en infraestructura básica.
El presidente Gustavo Petro, por su parte, se refirió al hecho como una consecuencia directa de la crisis climática, y aseguró que el Gobierno Nacional debe estar presente para “dar la mano al pueblo de la resistencia”.
Santa Marta será sede en noviembre de la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), por lo que el impacto de esta emergencia también despierta alertas logísticas de cara al evento.
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