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La joven fue ingresada al puesto de salud de Chiscas, pero falleció antes de poder ser remitida al Hospital de El Cocuy.

Una profunda tristeza envuelve al municipio de Chiscas, en el norte de Boyacá, tras el hecho en el que perdió la vida Liliana Cruz Buitrago, de 25 años, mientras compartía una cena con el subteniente Haminton Ruiz Bolívar, comandante de la estación de Policía local, y otros uniformados.


El hecho se registró pasadas las 9:58 p.m. en un punto de comidas rápidas. Testigos señalan que, mientras esperaban su pedido, el subteniente manipulaba un fusil que portaba como parte de un plan de seguridad activado tras un hostigamiento al Batallón de Alta Montaña Nº 2, cuando el arma se disparó de manera accidental.


Tras el disparo, en la calle se desató el caos. Inicialmente, Liliana fue llevada en una motocicleta, pero debido a la gravedad de la situación, los uniformados la trasladaron en la patrulla hacia el centro de salud local. Durante el recorrido, el vehículo se salió de la vía, aunque sin dejar daños adicionales.


La joven fue ingresada al puesto de salud de Chiscas, pero falleció antes de poder ser remitida al Hospital de El Cocuy.


Liliana trabajaba como trabajadora social del municipio y era coordinadora del Programa PIC (Plan de Intervenciones Colectivas), una estrategia nacional de salud pública enfocada en prevención y bienestar comunitario.


Aunque en redes circulan versiones sobre una posible discusión previa, las autoridades sostienen que se trató de un accidente y continúan con las investigaciones.


Este trágico episodio tiene consternados a los habitantes de Chiscas, a la institución policial, a la Secretaría de Salud departamental y a la comunidad de Ramiriquí, municipio de origen de Liliana.


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