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Óscar Gutiérrez, abuelo de Valeria López —una de las estudiantes fallecidas— aseguró que los jóvenes manifestaron su inconformidad por el estado del bus
El siniestro vial ocurrido en la madrugada del 14 de diciembre en la ruta Tolú–Medellín dejó 17 personas fallecidas, entre ellas 16 estudiantes recién graduados.


Colombia continúa conmocionada por la tragedia que enluta a varias familias tras el siniestro vial de un bus que transportaba a estudiantes del Liceo Antioqueño de Bello, ocurrido en la madrugada del domingo 14 de diciembre de 2025, en la ruta Tolú–Medellín. El hecho dejó un saldo de 17 personas fallecidas.


Entre las víctimas se encontraban 16 estudiantes, con edades entre los 16 y 18 años, quienes regresaban de un viaje a Tolú y Coveñas, organizado como celebración por su reciente graduación de grado 11. También perdió la vida el conductor del vehículo, identificado como Johnatan Alexander Taborda.


Aunque en un principio se manejó la hipótesis de un posible microsueño o distracción del conductor, versiones entregadas por familiares de las víctimas apuntan a presuntas fallas mecánicas que habrían sido advertidas durante el trayecto.


En diálogo con Noticias Caracol, Óscar Gutiérrez, abuelo de Valeria López —una de las estudiantes fallecidas— aseguró que los jóvenes manifestaron su inconformidad por el estado del bus antes de la tragedia. Según relató, la menor alcanzó a comunicarse con su madre para advertir que el vehículo presentaba problemas.


“El bus venía varado. La niña llamó a la mamá y le dijo que cada 15 o 20 minutos tenían que parar. Pidieron otro transporte, pidieron cambio de bus y se los negaron”, afirmó el familiar.


Valeria soñaba con estudiar odontología. “Estaba feliz por haberse graduado. Es un dolor muy grande”, expresó su abuelo, visiblemente afectado.


Por su parte, el secretario de Educación de Bello, Edgar Callejas, manifestó su solidaridad con las familias y aclaró que la excursión no fue organizada ni avalada por el Liceo Antioqueño. Indicó que el viaje fue gestionado directamente por los estudiantes y padres de familia, quienes contrataron a un operador privado.


Las autoridades continúan con las investigaciones para establecer las causas exactas del siniestro y determinar posibles responsabilidades.


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