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Un juez con funciones de control de garantías de Montería le definiría la situación legal a dos sujetos (reservaremos sus identidades por ahora) capturados e imputados por secuestro y acceso carnal violento, cuya víctima es una niña de 13 años de edad.


Claman justicia

La niña y su madre piden al juez de la causa, que aplique con rigor la justicia y que los dos hombres sean enviados a la cárcel. 


Las capturas de los investigados se produjeron la noche del 30 de julio en la calle 11A del barrio Granada, frente a Residencias La Abuela, en el Mercado del Sur, y en el barrio El Prado, frente al antiguo Seminario Juan XXIII, en el sur de esta capital.


La madre (la llamaremos Juana) y la abuela de la pequeña víctima habían acudido el 19 de abril del presente año a denunciar que su hija (reservaremos su identidad para no revictimizarla) salió de su casa y desapareció.


La vieron

La nota salió publicada el viernes 23 de abril en diferentes medios y un vecino llamó a ‘Juana’ a su número de celular y le informó que había visto a la niña en una casa cercana donde juegan cartas.


La mujer acudió a la vivienda, que es una especie de ‘casa de juego’, donde supuestamente estaba secuestrada su hija, entró a la fuerza y en un cuarto encontró, al parecer, drogada a la menor. 


El sujeto dueño de la casa, y papá de uno de los procesados (hoy detenido y conocido como el ‘Gago’) le dijo a la madre de la niña que esta era su nieta. 


Furiosa, ‘Juana’ le gritó al hombre que ella era la mamá de la niña. Enseguida la sacó y la trasladó de urgencia al Hospital La Granja donde le confirmaron que esta había sido violada sexualmente y de paso le suministraron, supuestamente, una sustancia para mantenerla dopada.


‘Juana’ instauró la denuncia en la Fiscalía, lo que produjo la captura de los presuntos violadores.


¿Cómo ocurrió el secuestro de la niña? 

La misma niña narró que tuvo una discusión con su madre y por eso se fue para la casa de una amiga en el barrio Granada. Cuando caminaba por una calle, detrás del CAI, un hombre de una moto la abordó y le dijo que la conocía y que parecía cartagenera. Ella le respondió que no era de esa ciudad. 


El sujeto le ofreció agua y ella la tomó, no sin antes notar que el líquido no era incoloro sino un poco amarillento. Es lo último que recuerda. Despertó en una casa desconocida, adolorida en sus partes íntimas y solo con una tolla encima.


El ‘Gago’

Salió de la vivienda y caminó desorientada varias horas y llegó al Seminario Juan XXIII en el barrio El Prado, en el sur de Montería.


Un sujeto (‘Gago’) que iba en una bicicleta le ofreció ayuda y se la llevó para su casa. Allí estuvo en contra de su voluntad por nueve días. Ya en la noche, presuntamente, fue abusada, lo que incrementó el sufrimiento de la violación anterior. 


En un descuido del papá, del ‘Gago’, la niña se asomó a la puerta y fue vista por un ciudadano  que sabía la noticia de la desaparición de ella y llamó a ‘Juana’ para decirle que su hija estaba en el barrio El Prado.


Se ha querido suicidar

El daño psicológico y moral ha llevado a la joven a querer acabar con su vida y ya ingirió un frasco de pastillas de naproxeno. Además, ya  no quiere recibir más clases. 

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