En medio de la pandemia de coronavirus, fuertes inundaciones han causado devastación en gran parte de los municipios del departamento de Córdoba y han provocado importantes pérdidas económicas.
Los damnificados por las inundaciones producidas por desbordamientos de ríos y las ciénagas, a raíz de la temporada invernal, supera las 30 mil personas en Córdoba, según reporte entregado por la Gobernación.
Los casos más graves se registran en Ayapel, por desbordamiento del río Cauca, que, aunque no pasa por territorio cordobés -cuando se sale de cauce- en zonas de La Mojana, las aguas se enrumban hacía a la Ciénaga de Ayapel.
En esa localidad están damnificadas más de 17 mil personas de los barrios Loma Linda, Las Flores, Santa Barbara, Junín, El Castillo y la Calle del Mercado. Asimismo, siete corregimientos y 35 veredas están anegadas.
Las inundaciones en Ayapel se producen debido al desbordamiento del río Cauca por la boca de Cara e’ Gato en jurisdicción del municipio de San Jacinto de Cauca, departamento de Bolívar. Tiene unos 300 metros y no ha podido ser controlada, según la Alcaldía de Ayapel.
En ese sitio, de La Mojana, confluyen cuatro departamentos, Córdoba, Sucre, Bolívar y Antioquia.
Además, de los miles de afectados, también hay pérdidas en cultivos de arroz -que es la cosecha reina de Ayapel;
Entretanto, en Lorica hay alrededor de 7 mil damnificados. Las poblaciones más afectadas son las veredas de Sarandelo, Guamal e Isla de Sabá. Los corregimientos de Tierralta, La Subida, Los Monos, La Peinada y los caseríos de Susúa, Recula, Rodeíto y Los Rodríguez, entre otras.
La emergencia en Lorica se produjo por la salida del nivel del río Sinú el 22 de agosto pasado, por una boca de 40 metros en la vereda Sarandelo, que se demoraron una semana para poderla tapar. Las aguas llegaron más que todo los caseríos de Guamal e Isla de Sabá y Santa Rosa.
Además, la fuerte corriente, que iba buscando sitios bajos, cruzó por los usillos de la carretera Montería-Lorica y llegó a los corregimientos de Tierralta, La Subida y Los Monos.
Pero, asimismo, hubo inundaciones en Palo de Agua al abrirse la boca de Cutimba, en la margen izquierda del río. Además, se anegaron otros corregimientos como Nariño y Cotocá Abajo, al igual que la vereda de El Playón.
De igual manera, hay damnificados en Cotocá Arriba debido al desbordamiento del río por la boca de Nueva Colombia, en la margen occidental del Sinú.
Después de Ayapel y Lorica, siguen con cifras de damnificados: Montelíbano y San José de Uré, con más de dos mil; San Bernardo del Viento, más de mil 600; La Apartada, más de mil 500; Ciénaga de Oro, más de mil 400 y Puerto Libertador con más de mil.
Tanto en Ayapel, como en Lorica, se ha perdido gran cantidad de cultivos. Ejemplo: en Ayapel innumerables hectáreas de arroz, pancoger y hortalizas.
También se ha perdido el pasto de las fincas y las reses han tenido que ser transportadas zonas altas de la jurisdicción.
En Lorica las pérdidas están representadas en maíz, plátano, yuca, piña, y hortalizas, entre otros productos.
Las viviendas de las dos localidades que se inundaron, de igual forma resultaron averiadas, por lo que tendrán que ser reparadas y reforzadas.
De los 30 municipios de Córdoba, en 27 fue declarada la calamidad pública, para poder realizar contratación directa, para llevar a cabo obras necesarias y prestar algunas ayudas a los afectados. Estas medidas van de tres a seis meses.
Solo se salvan, de las calamidades públicas de los municipios por el momento, las localidades de San Andrés de Sotavento, Tuchín y Puerto Escondido.
Para la Dirección de Atención de Riesgo Córdoba tiene 31 mil 136 damnificados de un total de 12 mil 236 familias. Se incluyen afectados por inundaciones, vendaval y erosión.
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