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El Fríjol cabecita negra, de Cereté está ganando terreno como producto de exportación, como en otra época lo fue el algodón.

A los productores de fríjol cabecita negra de Cereté se les apareció la Virgen. Cada año sembraban para vender en el mercado nacional y quedar en manos de los intermediarios que les pagaban lo que se les antojara. Este año la cosa ha sido a otro precio. Están recibiendo buen recurso por cada kilo vendido. Hace tres meses recibían $2.800 por kilo, ahora reciben entre 3.800 y 4.000 pesos por kilo.


La razón, pues que el producto que están vendiendo no es para consumo nacional sino para exportar, sí señor, para exportar, y no a cualquier parte sino a Estados Unidos. Entre el martes y ayer salieron cinco contenedores con 104 toneladas de fríjol cabecita negra, provenientes de 100 productores, desde Cereté que compró la multinacional Goya para vender en sus almacenes en el país del norte.


Dos actores han sido fundamentales para que se esté dando esta gran noticia para los productores de Cereté. Se trata de la Corporación Nacional de Pequeños Productores Agrícolas (Cornpepag) con sede en Bogotá que tiene como eje central de su negocio el fríjol en Colombia. Y, por otra parte, la Federación de Platanicultores de Córdoba (Fedeplacor).


Sus representantes, Bonisalvo Susa Molina, presidente de Cornpepag, y Víctor Padilla Doria, representante legal de Fedeplacor, coincidieron en actividades de las Ruedas de Negocios de Agricultura por Contrato que a lo largo de los últimos tres años y medio ha organizado el ministerio de Agricultura. Este escenario sirvió para que se conocieran y para que Susa Molina le expresara a Padilla Doria la necesidad de encontrar fríjol cabecita negra porque se lo estaban solicitando desde Goya, empresa con la que mantiene negocios desde hace tres años y a los que les exportó fríjol cargamanto y bola roja desde el interior del país.


Necesitan organizarse


“Los productores de fríjol cabecita negra de Cereté no están organizados. Como se dio la oportunidad del negocio de la exportación lo que hemos hecho es cobijarlos para que se pudiera dar esta exportación. Pero esto va a servir para que se empiecen a organizar y también a mejorar sus prácticas de cultivo para ofrecer el producto que se necesita”, explica Víctor Padilla que lidera una organización que básicamente negocia otros productos como plátano y yuca.

Gracias al conocimiento de la zona que tiene el representante legal de Fedeplacor y el recorrido que hizo para averiguar dónde y quiénes en Cereté sembraban fríjol cabecita negra se pudo conocer que en el municipio hay sembradas cerca de 400 hectáreas con este producto. Una vez tuvo esta información se hicieron las conversaciones con el presidente de Cornpepag para que se tomaran las muestras y fuesen enviadas a la empresa Goya para que estos a través de exámenes en laboratorio determinaran si les servía o no el fríjol.


La clasificación del fríjol cabecita negra para la exportación a Estados Unidos pasó por varios procesos que buscaban garantizar enviar un producto limpio al país del norte.


“Empezamos a sacar una muestra, la mandamos para E.U. y fue aceptada porque el fríjol es orgánico porque no tiene ninguna clase de insumos químicos. Logramos que nos aprobaran el negocio, que nos recibieran el frijol en las condiciones en que los producimos. Aunque la idea es mejorar el fríjol cabecita negra en Cereté y ojalá tener productores que produzcan grandes cantidades de fríjol porque ellos necesitan 60 contenedores al año, que son 12 mil toneladas, de solo cabecita negra”, explica Susa Molina al portal En Nuestro Campo al contar cómo ha sido todo este proceso para lograr que el fríjol cabecita negra que se produce en Cereté llegue a los almacenes de Goya en Estados Unidos.



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