La Corte Constitucional negó la petición que hizo el expresidente Álvaro Uribe, cuyo propósito era que se tumbara el fallo de noviembre de 2021, en el cual se concluyó que era imputado en el proceso por presunta manipulación de testigos.
Esto significa que la indagación que rindió Uribe Vélez ante la Corte Suprema, cuando era congresista, equivale a una imputación de cargos ante un juez por parte de la Fiscalía.
Y es que el fallo se emitió luego de que la Corte estudiara una tutela que presentó el abogado de Álvaro Uribe, con la que buscaba que no lo llamaran como imputado en el proceso, e incluso para enero de este año, el abogado acudió a la nulidad de este fallo, argumentando supuestos vicios en la decisión por parte de los magistrados, por supuesta falta de imparcialidad e independencia de su parte.
Sobre estos argumentos, la Corte manifestó que “la discusión y decisión de la sentencia, en ningún momento vieron comprometida su imparcialidad e independencia como jueces, ni las de sus colegas compañeros de Sala (…) resultan carentes de fundamento las críticas y juicios de valor del nulicitante que cuestionan la imparcialidad del tribunal y de sus miembros”.
Y agregó: “Se concluye que el solicitante no logró imputar vicio alguno que incida de manera directa en el debido proceso o en la decisión adoptada, y por el contrario, se limita en su escrito a señalar sus interpretaciones subjetivas de la información divulgada por los medios de comunicación”.
Así las cosas, será la Fiscalía que decida si llama a juicio al expresidente Uribe, o archiva el caso por presunta manipulación de testigos.
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