La intolerancia de un cliente quedó evidenciada cuando discutió con el encargado del negocio y en su afán por no cancelar una suculenta sopa de mondongo que se había llevado al estómago, le prendió fuego al local, rociándole gasolina y luego con un fósforo causó la emergencia.
El propietario de la llanera vivió un momento de terror debido al incendio intencionado provocado por el sujeto.
Al individuo poco le importó que dentro del negocio habían otras personas a las que le puso en riesgo sus vidas, porque pudo generar una explosión con las pimpinas de gas o el gas de las estufas.
El hecho de intolerancia se habría registrado por negarse a pagar 3 mil pesos, que era el valor de sopa que se había comido.
Finalmente, fue capturado y dejado a disposición de la Fiscalía ante la cual tendrá que responder por el delito de daño en bien ajeno, tipificado en el artículo 265 del Código Penal.
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