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Según reveló El Tiempo, Jorsuar Suárez llegó a un acuerdo con la estructura armada que mantenía secuestrado al menor en Jamundí, Valle del Cauca.

El regreso del niño Lyan José Hortúa a su familia, tras 18 días de secuestro, generó alivio en Colombia. Aunque oficialmente se informó que su liberación fue gestionada por una comisión humanitaria de la Defensoría del Pueblo, una investigación del periódico El Tiempo señala que el padrastro del menor, Jorsuar Suárez, habría pagado una millonaria suma para que los captores lo dejaran en libertad.


De acuerdo con la versión revelada por el medio, Suárez fue citado por los secuestradores —presuntamente miembros del frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc— en una población caucana cercana a Jamundí. En ese encuentro se habría negociado el pago de “miles de millones de pesos” como condición para entregar al menor sano y salvo.


El niño fue liberado el miércoles 21 de mayo y entregado a una pariente en zona rural, quien a su vez lo puso en manos de líderes campesinos y posteriormente de un delegado de la Defensoría del Pueblo, según relató la alcaldesa de Jamundí, Paola Castillo.


En sus primeras declaraciones, el padrastro criticó duramente la falta de apoyo por parte de las autoridades. “Nunca llegó nadie a ayudarnos, ni la Policía, ni el presidente. Nos tocó defendernos como familia”, afirmó. También señaló que Lyan estuvo amarrado de las manos durante los primeros cuatro días del secuestro y que fue necesario enviarle medicamentos debido a su delicado estado de salud.


Aunque evitó confirmar directamente el pago, Suárez dijo que “no podía hablar del tema” y pidió respeto a la privacidad de su familia. Además, aseguró que es comerciante y que su empresa es completamente legal.


La Defensoría del Pueblo hizo un llamado a los grupos armados para que respeten el Derecho Internacional Humanitario y, especialmente, la vida y libertad de los niños y niñas.

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