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El hecho generó alarma entre las autoridades indígenas y ya está en conocimiento de la justicia
En las primeras horas de este martes, el excacique Eder Espitia denunció que en la entrada de su casa, en San Andrés de Sotavento (Córdoba), fue dejada una corona fúnebre con su foto y la de otros dos representantes del pueblo Zenú. El gesto, interpretado como un mensaje de intimidación, causó preocupación en la comunidad.


Espitia aseguró que este tipo de actos buscan acallar a quienes continúan defendiendo la autonomía y los derechos colectivos en el resguardo.


“Esto hace parte de un plan sistemático por silenciar las voces distintas que seguimos luchando y reivindicando la autonomía plena de las comunidades indígenas de San Andrés de Sotavento”, expresó.


La denuncia ya fue puesta en manos de las autoridades competentes. Entre tanto, los líderes Zenú solicitaron medidas de protección y alertaron que estas amenazas intentan frenar sus procesos de reivindicación, aunque reiteraron que no dejarán de alzar la voz.

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