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Oriundo de Montería, Burgos de la Espriella dedicó su vida al estudio del cerebro 
El legado del doctor Burgos trasciende fronteras, con distinciones en América Latina y el reconocimiento de generaciones de médicos formados bajo su guía.


La medicina colombiana está de luto tras el fallecimiento del reconocido neurocirujano Remberto Burgos de la Espriella, ocurrido en la madrugada de este lunes. Su partida deja un profundo vacío en el gremio médico nacional, donde fue considerado un referente en neurocirugía y un formador incansable de nuevas generaciones de profesionales.


Oriundo de Montería, Burgos de la Espriella dedicó su vida al estudio del cerebro y al servicio de sus pacientes, combinando la práctica médica con la docencia y la divulgación científica. Fue miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina, miembro honorario de la Academia de Cartagena y presidente honorario de la Federación Latinoamericana de Neurocirugía.


Asimismo, presidió la Asociación Colombiana de Neurocirugía y dejó una huella profunda como investigador y escritor, con múltiples publicaciones y columnas en distintos medios nacionales.


Su legado trasciende fronteras, no solo por los cargos que ocupó en instituciones médicas de América Latina, sino por los testimonios de gratitud de colegas y pacientes que reconocen su compromiso, humanidad y vocación de servicio.


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