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| Este preacuerdo, aunque legal, ha generado fuerte indignación en la opinión pública, pues ‘El Negro Ober |
El acuerdo se dio por las amenazas proferidas contra una fiscal que estaba a cargo de la judicialización de su esposa, Julieth Martínez Castillo, quien había sido capturada por el delito de extorsión. Los hechos ocurrieron el 27 de marzo de 2023, cuando ‘El Negro Ober’ desde la cárcel de PaloGordo, en Girón (Santander), lanzó un mensaje intimidante a través de un video viralizado, en el que amenazaba a los fiscales y a otros servidores públicos, haciendo alusión incluso a la muerte del fiscal paraguayo Marcelo Pecci.
El preacuerdo y su impacto
En el Juzgado 14 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bucaramanga, se acordó que Martínez Gutiérrez aceptara su responsabilidad por el delito de amenazas contra servidores públicos. A cambio, la Fiscalía acordó una rebaja del 50% en la pena, que originalmente era de 72 meses de prisión. Esto dejó la condena en solo tres años, un acuerdo que fue aprobado por el juez, quien también reconoció al procesado la calidad de cómplice en los hechos.
Este preacuerdo, aunque legal, ha generado fuerte indignación en la opinión pública, pues ‘El Negro Ober’ es considerado uno de los cabecillas más peligrosos del crimen organizado en la región. Además, el acuerdo no cubre los otros graves delitos por los que está siendo investigado, como homicidio y extorsión, procesos que siguen estancados y que podrían estar cerca de prescribir.
El mensaje de la impunidad
La condena de tres años por amenazas a una fiscal no parece proporcional frente al daño que ‘El Negro Ober’ ha causado al sistema de justicia y a la sociedad en general. A pesar de su importante rol dentro de una organización criminal, que ha sembrado el terror en varias regiones de Colombia, el acuerdo deja la sensación de impunidad.
La ciudadanía está preocupada por el mensaje que se envía: amenazar a funcionarios judiciales parece tener un precio muy bajo, sobre todo cuando, en casos de alta peligrosidad, las penas son negociadas con facilidad.
La falta de avances en otros procesos
A pesar de la condena impuesta, ‘El Negro Ober’ sigue enfrentando otros procesos judiciales por homicidio y extorsión. Sin embargo, estos casos no avanzan con la celeridad que muchos esperaban, y algunos están cerca de la prescripción, lo que genera preocupación entre quienes luchan contra el crimen organizado en Colombia. La sensación es que la justicia no está actuando con la firmeza que la situación requiere, lo que podría permitir que figuras como ‘El Negro Ober’ sigan operando con impunidad.
El futuro de la justicia en Colombia
El caso de ‘El Negro Ober’ resalta las deficiencias en el sistema judicial frente a los delitos cometidos por líderes de organizaciones criminales, cuya influencia y poder no parecen verse reflejados en las condenas que se les imponen. El preacuerdo aprobado en este caso podría ser un indicio de que la justicia está dispuesta a negociar con figuras peligrosas, pero ¿a qué costo? La respuesta a esa pregunta será crucial para la credibilidad del sistema judicial colombiano.
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